Si poseemos una autoestima baja y que no nos permite desenvolvernos con completa seguridad en ciertos aspectos, tenemos que saber que puede ser cambiada y mejorada de diferentes formas que dependen de nosotros mismos. Por eso, a continuación expresamos algunas de las mejores formas para mejorar la autoestima:
- Dejar de pensar tanto en negativo y convertir eso en positivo: todo aquello que pensamos en negativo debemos convertirlo al mismo pensamiento pero en positivo. Nunca se deben perder las ganas de pensar en positivo e invertir todo aquello que nos parezca malo en algo con solución.
Si pensamos que somos malos, debemos reconocer que cuando nos esforzamos y nos lo proponemos, podemos ser muy buenos y lograr grandes cosas. Transformar todo ese tipo de malos pensamientos hará que, en un determinado momento nuestra mente esté automatizada a cada crítica interna que tengamos y no nos afecte. - Hacer a un lado las generalizaciones: generalizar a partir de las experiencias malas que hallamos sufrido nos hará estar siempre a la defensiva ante cada experiencia que queramos afrontar o cada oportunidad que se nos aparezca. Hay que pensar que cada experiencia es un caso aparte y que cada propuesta es una posibilidad de hacer las cosas bien.
- Centrarse en lo positivo y potenciarlo: de nada sirve centrarse siempre en lo malo que tenemos o hacemos porque eso no da satisfacciones y nublan las virtudes o lo positivo de cada cosa. Cada circunstancia negativa tiene su parte positiva porque, de lo contrario, no sería negativa, y por eso, es importante fijarse en aquello positivo y potenciarlo al máximo para que lo negativo sea cada vez menor.
- No compararnos con los demás: el compararse con los demás hará que estemos pendientes no de nosotros, sino que de los demás y eso provocará que tengamos una improductividad terrible ya que, lo que hagan los demás no se puede cambiar. Solo debemos aceptar lo que hay a nuestro alrededor y saber que cada persona es diferente y, por lo tanto, tiene diferentes virtudes y defectos.
- Aceptarnos tal y como somos: el criticarnos contantemente hará que siempre que afrontemos algo lo hagamos a la defensiva y con poca confianza y seguridad a la hora de tomar las decisiones. Si no tomamos decisiones correctas, las probabilidades de obtener buenos resultados son pocas, por lo tanto saber qué somos y que así como tenemos nuestros defectos tenemos nuestras virtudes, hará que sepamos bien qué podrá pasar si tomamos una determinada decisión.
- Esforzarnos por dar lo mejor: hacer todo lo posible por rendir al máximo hará que, en cada situación, demos lo mejor de nosotros y, cuando uno da lo mejor de sí mismo, el resultado tiende a ser mucho mejor que cuando uno no se esfuerza por completo. Cada logro que obtengamos depende de la dedicación que le prestemos, y mientras mayor sea, mejor será el resultado.