Categorías
Depresión

Cómo superé la depresión

Cuando la gente piensa en depresión, suele tener en la cabeza la imagen de la depresión aguda, profunda y recurrente en muchas personas. Suele ser un tipo de depresión bastante fuerte, provocada a veces por circunstancias específicas o sin razón aparente alguna. Pero existen varios tipos de depresión. Durante más de una década sufrí distimia, una depresión crónica. Estuvo caracterizada por momentos buenos y momentos malos, meses malos y semanas buenas durante años. Incluso llegué a pensar en la posibilidad de ser bipolar, pero no.

Aunque el tratamiento más adecuado, dependiendo del grado de tu depresión, sean los fármacos más algún tipo de psicoterapia (tratamientos que utilicé y que recomiendo siempre sean consultados con un profesional local), he querido escribir sobre las otras estrategias que me ayudaron a superar la depresión.

Hoy en día puedo decir, con alegría, satisfacción y tranquilidad, que llevo más de 3 años sin volver a experimentar los síntomas de la depresión. Sí que me he sentido cansado a veces, a veces agobiado y estresado por el trabajo, pero nunca he estado al límite de la depresión.

Creo que han sido tres las estrategias importantes que me han ayudado a combatir la depresión; estrategias que quiero compartir contigo porque sé que funcionan y que te ayudarán a superar una enfermedad que pocas personas logran entender si no la han sufrido.

Cambiar mis creencias

Muchos de nosotros, sin desearlo y por desconocimiento, nos hemos hecho con un conjunto de creencias que nos llevan a vivir con depresión, ansiedad, estrés y con problemas físicos derivadas de estos estados anímicos.

La mayor parte de nuestros pensamientos son los mismos, día a día. Nos repetimos las mismas cosas casi sin darnos cuenta. Es como un disco rayado que nos va, digámoslo, “lavando el cerebro” con creencias que pueden ser positivas o no, según nuestra elección. Es importante destacar que podemos elegir qué tipo de pensamientos queremos que sean reproducidos de forma automática en nuestra conversación interna.

Este conjunto de ideas automáticas son nuestro paradigma, el marco de referencia con el que vivimos y con el que nos movemos por el mundo. Cada persona tiene experiencias únicas que han configurado un paradigma único. Así que lo importante es aprender a controlar nuestro paradigma personal.

Las creencias no son hechos, son una interpretación de la realidad.

La mayor parte de las creencias son creadas de acuerdo a cómo nuestra mente ha interpretado una situación placentera o dolorosa.

Es posible cambiar una creencia dañina si reúnes suficiente información y experiencias que te ayuden a reafirmar una nueva creencia más positiva.

En mi caso, mi paradigma reunía ideas como: “estoy solo, no puedo confiar en nadie, mi padre me abandonó, nunca voy a tener a alguien conmigo”.

Me repetía este tipo de ideas una y otra vez, día tras día, de forma automática al despertar, mirando la televisión, mientras trabajaba… No analizaba el nivel de realidad y certeza de estas ideas, sólo estaban ahí, dando vueltas en mi cabeza: para mí eran hechos reales.

Cuando me di cuenta de que tenía que abandonar este tipo de creencias y adoptar un nuevo paradigma, los sentimientos depresivos que tenía empezaron a cambiar radicalmente.

Cuando cambias tu paradigma, cambias tu vida.

Hoy en día, en el conjunto de creencias automáticas con las que he programado mi mente hay creencias como: “mi familia piensa en mí constantemente, me quieren y se preocupan por mí. Desean sinceramente que sea feliz y me dejan ser feliz. Tengo a mi familia conmigo, a mi madre y a mis hermanos. Mi padre también suele pensar mucho en mí y, aunque no hablamos tan a menudo como quisiera, sé que está tan orgulloso de mí que todos los empleados de su oficina saben quién soy, qué es lo que me gusta hacer y qué es lo que quiero ser de mayor.  Puedo confiar en la mayor parte de personas que vienen a mí, porque la mayor parte de ellos es buena. Me gusta confiar en ellos y lo hago con placer. Es fácil que la gente me quiera y quiera estar conmigo y cuando decida tener una familia propia, seremos una familia muy feliz y unida.”

He escrito mucho más acerca de mis creencias actuales que sobre mis creencias antiguas porque me causa mucho placer hacerlo. 🙂

Por otra parte, recuerda que tu mente actúa por sí sola.

Nota cómo entre mis antiguas creencias dañinas no escribí “tengo depresión”. Aunque es cierto que durante una época una de mis mantras era “sufro depresión”, tengo la suerte de que esta creencia no caló suficiente en mí.

¿Por qué? Porque cuando te dices “tengo depresión”, tu mente se pondrá a encontrar y archivar todas las pruebas necesarias para apoyar tu tesis. Es como un asistente personal que se pone manos a la obra y, al final ese pensamiento recurrente, “tengo depresión” se convierte en parte de tu paradigma. Se convierte en la imagen mental que tienes de ti mismo. “Soy fulanito, tengo 24 años y tengo depresión”. O peor aún: “soy depresivo”.

La depresión se convierte en parte de lo que eres, de cómo te identificas.

La imagen que tienes de ti mismo es parte de tu paradigma.  Para  cambiar tu paradigma  también tendrás que cambiar la imagen que tienes de ti mismo. En cierta manera, modificas tu identidad por una más saludable

Tu imagen personal influye muchísimo en tu autoestima.

¿Cómo cambiar nuestras creencias?

La depresión es un estado emocional, no es una sentencia absoluta e irrevocable. De la misma manera, una creencia nunca es definitiva.

Es relativamente fácil cambiar nuestras creencias. Lo que tenemos que hacer es elegir una creencia nueva y reunir suficientes pruebas que apoyen esta nueva creencia.

Suena agotador eso de “reunir las pruebas para apoyar la nueva creencia”, pero ¿recuerdas cuando expliqué que la mente es como un asistente personal? Yo la utilicé para que hiciera el trabajo duro por mí.

Lo único que hice fue elegir mis nuevas creencias y empezar a utilizarlas a diario.

Intenta utilizando afirmaciones. Las afirmaciones son frases simples que utilizamos a diario. Pueden ser realizadas de forma deliberada (por ejemplo, para cambiar algo de nuestras vidas, como haremos a continuación), o de forma automática (como cuando vemos a alguien que no nos gusta y nos decimos: “menudo idiota”).

Las afirmaciones influencian a nuestra sistema de creencias y mientras más las utilizamos, más reales son para nosotros.

Por eso es bueno aprender a filtrar el tipo de afirmaciones que usamos en nuestra vida diaria. Las afirmaciones positivas nos pueden ayudar a desarrollar una actitud positiva ante la vida, algo esencial para superar la depresión.

Yo utilicé las afirmaciones para mejorar mi estado de ánimo cuando sufría depresión.

Ejemplos de afirmaciones que utilizo:

Cada célula de mi cuerpo vibra con energía y salud.
Me amo a mí mismo, me quiero, me adoro y eso sana mi vida.
Nutro y alimento mi mente, mi alma y mi cuerpo.
Cada día me siento mejor y mejor.
Me gusto y me gustan las personas que me rodean.
Me quiero de forma incondicional.
Soy una persona buena, agradable, amable y dulce.

Algunos consejos para crear tus propias afirmaciones:

Utiliza el tiempo presente: por ejemplo, “El Universo me abraza (ahora) y me llena de su amor (ahora).”

Sé POSITIVO: el subconsciente no es muy capaz de distinguir las expresiones negativas de las positivas. Si te dices “No tengo depresión” tu subconsciente seguirá centrándose en tu depresión. Mejor di algo como: “Me siento feliz y agradecido de estar aquí, en esta vida, aprendiendo muchas cosas”.

Puedes decirlas en voz alta o escribirlas: si no quieres decirlas en voz alta, prueba a escribir tus afirmaciones en tarjetas pequeñas y sacarlas de tu bolsillo varias veces al día para leerlas.

Repítelas: lo importante es que tienes que repetirlas varias veces al día hasta que se hagan realidad. Recuerda: no es algo “mágico”, es tu mente trabajando para ti.

La técnica del espejo: es una técnica que me gusta mucho y que te  servirá para desarrollar el hábito de practicar tus afirmaciones.

Cada vez que pases frente a un espejo, quédate mirando fíjamente tus ojos y repite cada afirmación con gusto. Mirarte a ti mismo a los ojos te ayudará a conectar con tu subconsciente y hará que cada afirmación cale con intensidad en tu paradigma.

Hazlo en tu casa, en las tiendas y escaparates, en los baños… repite tus afirmaciones hasta que formen parte de tu vida y de tu realidad.

Otra forma parecida de practicar con las afirmaciones es la hipnosis. No necesitas ir a un hipnotista para beneficiarte de esta técnicas; puedes aprender a hacer autohipnosis o descargar un CD o MP3.

Hipnosis para la depresión

Pronto también pondré a disposición de mis lectores un MP3 con hipnosis para superar la depresión.

Ser más activo

Por último, no debes olvidar tener una vida más activa. Practica el ejercicio que más te guste (a mí me encantan los DVD de Jackie Warner y el spinning), ve a la playa o a la montaña, sal a tomar un helado, apúntate a clases (aprende música, a bailar, artesanía…).

Practicar más deporte me ayudó muchísimo. Es sabido que la actividad física hace que el cerebro produzca hormonas que relajan tu cuerpo y te hacen sentirte muy bien emocionalmente. Mi padre es una de las personas con mejor buen humor que conozco. ¿Su secreto? Todos los días sale a correr por una hora u hora y media. Dice que si no lo hace se siente mal.

Otro de mis secretos fue emprender. Me gusta emprender, soy algo así como un emprendedor en serie. Me distrae, es divertido y además gano dinero mientras ayudo a las personas.

Claro que emprender no es para todos y tampoco es para personas con una depresión muy fuerte. Pero si te sientes con ánimos y emprender es parte de tu carácter, piensa en algo que sepas hacer bien y que sea fácil para ti, averigua si es algo que la gente desea y necesita y piensa en crear un mini-negocio.

Este tipo de actividades te ayudarán a crear conexiones con nuevas e interesantes personas, y estas nuevas relaciones e interacciones te ayudarán a mejorar tu autoestima e ir más allá de la depresión.

Espero que este artículo haya servido de ayuda. Escribiré más acerca de cada una de estas estrategias en el futuro, incluyendo algún artículo acerca de cómo utilizar la Ley de la Atracción para superar la depresión. Estoy seguro que gustará a más de uno, ya que la Ley de la Atracción (LDA) ha sido también una de las herramientas más poderosas a la hora de cambiar mi vida y la vida de los que me rodean para mejor.

10 respuestas a «Cómo superé la depresión»

Me alegro muchísimo que te hayas recuperado, Rubén. Y gracias por tu consejo, estoy seguro que a más de uno le será de ayuda 🙂

Tengo una pregunta a quien compartio su experiencia.
Puedo tener contacto contigo? Me interesa tu metodo.
La verdad estoy decidida a salir de esto que esta detrozando mi vida.
Por favor, necesito tu correo electronico o alguna manera de tener contacto contigo!
De antemano GRACIAS, que Dios te bendiga!

Nunca pensé que esto me podía pasar a mi. Pero me alegra saber que si existen personas que lo han superado y que con tu experiencia y recomendaciones , nos puedes ayudar Dios te bendiga.

Está es la primera vez q leo acerca de la depresión, mi nombre es Patricia y tengo 21 años no sufro de depresión que me impida llevar una vida común pero sufro de ansiedad por más de 4 años, y ahora tengo momentos triples cada q se me presenta un síntoma… Me siento más sensible ante las cosas… estoy empezando a ir a terapia sólo q acepto q como ansias y deseo empezar ya con la TRE también debo tomar una pastilla pero es muy duro tomar la iniciativa de empezar a tomarlas aunque se que me harán bien y es por mi bien me dan miedo, no por la dependencia sino por tener crisis y q al estar médicada mi mente se ponga caótica y las crisis sean peor

Me gustaría hablar con alguien, compartir, apoyar y ser apoyada

Este es mi correo patricia.aj95@gmail.con

Muy bueno tu post yo estoy en eso después de 10 años sufriendo depresión y ansiedad crónica y estoy cambiando creencias pero aveces vuelvo a recaer en mis viejos hábitos de pensamiento. Como puedo superar esto? Y porque se me suele bajar el animo casi siempre a la misma hora? Entre cuatro de la tarde. Y aveces cuando me siento muy bien me siento rara como superar esto? Gracias por tu consejo

Hola Alfredo, tengo mucho interés en lo que has comentado, pues en estos momentos estoy en recuperación, por eso me pregunto si hay un medio para contactarme contigo, gracias 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *